FAMILIA PSICOSOMATICA
Según Onnis (1990), existen cuatro características principales que caracterizan a la familia psicosomática: la aglutinación, la hiperprotección recíproca, la rigidez y la evitación de conflicto. La aglutinación se refiere al hecho de que los miembros de la familia se sobreinvolucran recíprocamente; cada uno mantiene tendencias intrusivas en los pensamientos, acciones, sentimientos y comunicaciones de los demás; los límites generacionales e interindividuales son frágiles, y se confunden papeles y funciones. La hiperprotección recíproca se establece cuando miembros de una familia muestran entre sí un alto grado de solicitud e interés recíproco; se estimulan y aportan respuestas de protección, en especial cuando el paciente asume el comportamiento sintomático todos se movilizan para protegerlo.
La
rigidez es una de las características más importantes del entorno
psicosomático, una familia rígida es resistente al cambio, aunque con
frecuencia se presente unida y armónica, con escasas relaciones externas por lo
que, aparentemente, el problema único es la enfermedad del paciente. La
evitación del conflicto es otro de los rasgos típicos de la familia
psicosomática, se aplican varios mecanismos para evitar el conflicto y ocultar
el problema. Existe en la familia un bajo umbral de tolerancia al conflicto,
por lo que es frecuente encontrar un niño en quien la aparición del síntoma
consigue el bloque de las tensiones entre los padres y atrae hacia él la
atención de la familia.
Familias
psicosomáticas son familias aglutinadas donde hay: sobreprotección, fusión o
unión excesiva entre sus miembros. incapacidad para resolver conflictos y una
rigidez extrema con un miembro susceptible a la enfermedad y que es triangulado
en una relación conflictiva Bajo este enfoque sistemático, en la familia se
encuentran las características que instigan el desarrollo de enfermedad
psicosomática y deviene en protagonista de los síntomas que el paciente exhibe
La
familia psicosomática sufre básicamente problemas con las fronteras y los
papeles que sus miembros tienden entremezclar en una complicada madeja. El
síntoma no puede ser definido solamente como la conducta de un miembro de la
familia sino como producto de la interacción de todos sus miembros. Desde esta
óptica, se establece la existencia de tres factores que en conjugación
facilitan el desarrollo, de enfermedades psicosomática en niños, (Minuchen
1978; Pardo, 1984): El N se encuentra fisiológicamente vulnerable, es decir, se
encuentra presente una disfunción orgánica específica, esta vulnerabilidad se
encuentra relacionada a factores hereditarios en la familia.
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